Una genuina fiesta rockera masiva, llena de catarsis colectiva se vivió anoche en el Estadio Santa Laura, con la muy anticipada conjunción de dos icónicas bandas del rock clásico, como son Deep Purple y Journey. Los segundos eran los anfitriones, ya que es parte de la gira con que celebran 50 años de trayectoria, y para su parada en Santiago invitaron a los británicos, dando forma a un doble cartel irresistible. Y toda la anticipada... + Leer noticia completa
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