Su Majestad Carlos III va a estar sentado sobre una roca en el clímax de su coronación, cuando reciba la corona de San Eduardo. No se trata de una piedra preciosa: técnicamente, son 152 kilos de una arenisca compactada, posiblemente del tipo Old Red Sandstone, que abunda en el norte de Gran Bretaña. Su valor de mercado, sin su peso histórico, no superaría el par de libras. Sin embargo, es uno de los más grandes tesoros de “la tierra de... + Leer noticia completa
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