Las llamadas anónimas eran frecuentes y decían que cerca de Teuchitlán encontrarían algo.
Vía: BBC |
Aseguraban que en ese municipio localizado a una hora de camino de la ciudad de Guadalajara, Jalisco, en el oeste de México, había un predio llamado Rancho Izaguirre en el que hubo actividades criminales y que los buscadores de desaparecidos por la violencia deberían ir allí.
Así, los miembros de Guerreros Buscadores de Jalisco, un colectivo que se formó el año pasado en ese estado asolado por la violencia del crimen organizado, decidieron ir a ver qué había.
"La gente nos manda mensajes y tenemos que acudir, porque no podemos quedarnos con la duda", le cuenta BBC Mundo Raúl Servín García, un miembro de ese colectivo.
Con un grupo de unas 40 personas llegaron hasta el Rancho Izaguirre. Sabían que seis meses antes ahí hubo un enfrentamiento de la Guardia Nacional con criminales y que la Fiscalía de Jalisco realizó algunas investigaciones.
"El lugar no tenía cintas de acordonamiento, ni sellos del gobierno, ni cadenas ni candados. Nos la jugamos, la verdad. Porque pudo haber personas armadas adentro…. Pero afortunadamente no había nadie", explica Servín.
El hombre de 53 años ha estado buscando a su hijo desaparecido, Raúl Servín Galván, desde 2018. Desde ese año se registró un aumento en las desapariciones en Jalisco, un estado que acumula más de 18.000 personas no localizadas en los últimos seis años.
"Hombres y mujeres nos quebramos"
Al ingresar al Rancho Izaguirre, el grupo de los Guerreros Buscadores se dividió entre las tres bodegas que encontraron.
"Yo encontré muchísimos casquillos de bala. Otros vieron aros aprehensores y cargadores de armas. Y otros nos avisaron que había mucho calzado, mucha ropa, de todo tipo", explica.
Como colectivo, los buscadores han recibido instrucción básica sobre excavaciones, localización de indicios y anatomía humana. Solo emplean picos, palas y una "varilla vidente", un instrumento que les ayuda a saber si un terreno ha sido excavado y si hay algo inusual en él.
"Un compañero encontró primero restos humanos quemados y dijo que posiblemente habría más. Y entonces nos dimos a la tarea de excavar más", asegura Servín.