El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Luis Fernando Romero, advirtió que la inflación en Bolivia podría dispararse entre un 15% y un 25% en 2025. Según el experto, la falta de dólares, el incremento en los costos de importación y la crisis de combustible serían los principales factores que presionarían al alza los precios en el país..

Romero explicó que el problema no radica únicamente en el contexto externo o la falta de financiamiento, sino en la escasez de divisas y el encarecimiento del dólar. “Mientras no haya dólares y existan dólares caros, y sumado a la crisis de carburantes, esto va a generar presión inflacionaria”, afirmó en una entrevista.

El economista también alertó sobre la fragilidad estructural de la economía boliviana, que acumula 11 años consecutivos de déficit fiscal. A pesar de la caída en los ingresos estatales, el gasto público ha seguido creciendo, financiado a través del endeudamiento y el uso de reservas internacionales. Además, señaló que el Banco Central no cuenta con suficientes dólares para abastecer al sistema financiero, lo que ha disparado el precio de la divisa en el mercado paralelo.

En los primeros dos meses de 2025, la inflación ya alcanzó el 3,26%, acercándose a la meta anual del 7,5% proyectada en el Presupuesto General del Estado. Comparativamente, en el mismo período de 2024, la inflación fue de solo 0,28%. Romero sostuvo que, aunque el Gobierno informó que la inflación de 2024 cerró en 9,97%, estudios independientes sugieren que la cifra real habría sido mucho mayor.

Frente a esta situación, el presidente Luis Arce ha anunciado una serie de medidas para mitigar la crisis de combustible y la falta de dólares. Sin embargo, los economistas advierten que, sin un cambio estructural en la economía, la inflación podría seguir escalando y afectar aún más el poder adquisitivo de la población.