Los 198 postulantes a la Defensoría
Ha concluido el periodo destinado a la recepción de postulaciones para Defensor del Pueblo y ahora comienza la fase, hasta el 10 de abril, en la cual los sobres presentados por los interesados se abrirán y se constatará si cumplen o no los 18 requisitos establecidos en la convocatoria publicada el 17 de marzo.
En primer lugar, llama la atención el elevado número de postulantes a ocupar estas funciones vitales para el sistema democrático: 198 personas, de las cuales 60 son mujeres y 138 varones; en 2016, cuando fue elegido el defensor pro masista David Tezanos Pinto, presentaron sus postulaciones 163 personas. Habrá que esperar los resultados del trabajo de la comisión mixta que dirige este proceso para saber cuántos quedan finalmente habilitados.
El segundo aspecto que se destaca en esta convocatoria es la gran cantidad de postulantes vinculados al oficialismo que se han presentado, pese a que los requisitos 16 y 17 exigen no haber sido dirigentes de organizaciones políticas ni candidatos y tampoco tener militancia alguna, respectivamente. Son los casos de Lidia Patty, quien fue legisladora por el MAS, y del exdirigente vecinal Jesús Vera, quien en 2019 fue candidato a diputado por el MAS y está acusado de dirigir la quema de los 66 buses PumaKatari en La Paz durante la crisis política de noviembre de 2019.
Pero también ha sorprendido la postulación de la actual defensora interina, Nadia Cruz, quien hace pocos días expresó que “en este momento, particularmente, no es un tema de mi interés y por supuesto que no es un tema de agenda institucional”, pero que finalmente presentó sus documentos; aunque Cruz no tiene militancia partidaria, ha sido acusada de actuar a favor del oficialismo, en un interinato largo y nocivo para la Defensoría del Pueblo. La participación de esta funcionaria introduce nuevamente dudas sobre las intenciones del oficialismo, que al parecer no quiere perder el control de esta institución, aunque la necesidad de contar con dos tercios para la designación puede ser una garantía que evite una designación catastrófica.
Con respecto a los afanes oficialistas hay que expresar con claridad que la Defensoría del Pueblo no debe ser servil al poder, sino, por el contrario, tiene que frenar sus excesos e incomodarlo, lo cual justifica la razón de ser de su carácter constitucional en democracia.
Quien sea elegido para ocupar estas funciones debe tener, como principales atributos, la independencia y la imparcialidad, pero también un profundo conocimiento de la gestión de los derechos humanos y constitucionales.
El oficialismo, al capturar esta institución, como lo hizo en 2016, la priva de sus objetivos y naturaleza, que consisten en mantener una actitud vigilante contra los excesos y abusos de los poderosos. Si el oficialismo respeta la democracia, debe permitir la designación de un Defensor idóneo y que no sea obsecuente. Es principalmente por estas razones que la defensora interina Cruz no debe asumir la titularidad de la Defensoría del Pueblo.