COMERCIO EXTERIOR La crisis de contenedores en puertos favorece a la producción nacional
Una de las consecuencias de la pandemia del Covid-19 es la crisis mundial de contenedores, que provocó que muchos importadores nacionales dejen de internar productos extranjeros por los altos costos de transporte marítimo, lo cual afecta al mercado nacional porque no habrá gran variedad en la oferta de productos.
Sin embargo, para los expertos la situación también es una oportunidad para reactivar la fabricación y venta de productos nacionales, además del intercambio comercial con países vecinos.
Desde 2020 la pandemia afecta al transporte marítimo. Este año, cuando la economía comienza a reactivarse, los contenedores están mal distribuidos o sufren interrupciones en la fluidez por las restricciones que todavía hay en algunos países.
Todo esto ha causado que el costo del flete de contenedores marítimos se eleve hasta en 600 por ciento y el tiempo de espera para encontrar uno es de uno a tres meses. Antes de la pandemia, los importadores pagaban 2 mil dólares por traer un contenedor de China, pero ahora les cuesta hasta 18 mil. Esta crisis provocó en muchos países la escasez de varios productos y la elevación de precios.
Los costos tan elevados causan que muchos inversionistas nacionales dejen de importar ciertos productos. Ese es el caso de los muebles, puesto que el precio del producto y costo de transporte hace no rentable el negocio.
Sin embargo, el director del Observatorio Económico de la Cámara de Industria, Comercio y Servicios de Cochabamba (ICAM), Francisco Terán, afirmó que esa situación favorece a los productores nacionales.
Para el gerente de la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Cochabamba (Cadexco), Víctor Hugo Villarroel, la crisis de contenedores es una oportunidad de negocios y de relaciones comerciales con los países de la región.
El ejecutivo indicó que además de la elevación de precios de productos importados, también habrá una reapertura de los mercados regionales.
“Vamos a tener cargas demasiado caras de Asia, eso genera nuevas oportunidades en los mercados regionales. Hay que revisar el mercado, vamos a tener que entender y priorizar algún tipo de mercado desde el punto de vista de provisión y venta”, dijo.
Por su parte, Terán detalló que el intercambio comercial con los países del continente americano no tiene altos costos y estos se benefician de tratados y acuerdos comerciales, lo que facilita la importación y exportación con aranceles preferenciales.
“Toda crisis trae nuevas oportunidades. Los países siempre buscan sustituir las importaciones con producción nacional”, precisó.
China es el principal proveedor de productos importados por Bolivia, de modo que la crisis de contenedores repercute a nivel nacional. El país asiático es el principal proveedor de juguetes, barbijos, motos, vehículos, artículos electrónicos, maquinaría, industrial, además de productos químicos y farmacéuticos.
Por su bajo costo, los artículos chinos son preferidos por los importadores nacionales, pero esta gestión no habrá mucha oferta.
“Los productos chinos tienen costos muy bajos por su economía intensiva. Los importadores bolivianos la veían como interesante y traían mucha mercadería. (La crisis de contenedores) nos afecta negativamente a ambos países, porque también es nuestro principal comprador de varios productos”, dijo Terán.
El ejecutivo de la ICAM añadió que no habrá escasez de productos en Bolivia, pero sí afectará a la variedad y diversidad que se encontraba en gestiones pasadas.
“A los importadores no les conviene traer con costos altos y este año no tienen los recursos para pagar. Tampoco sería competitivo el costo del producto en el mercado por el alto costo de transporte”, explicó.
Según Página Siete, este problema provoca en el país la escasez de chips o microprocesadores, tarjetas madre, de video o fuentes de poder para ensamblar o reparar computadoras y otros dispositivos electrónicos. Terán indicó que ello se debe a que la mayoría de las fábricas tecnológicas están en Asia.
Los expertos indican que esta crisis puede extenderse hasta 2022 y se espera que el 2023 esto se normalice.
Exportaciones
El gerente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb), Marcelo Olguín, dijo que las cargas de exportación también tienen problemas para salir del país y el tiempo de espera para encontrar un contenedor es de por lo menos un mes, por lo que su envío se complica.
Villarroel agregó que la exportación de minerales no tiene esas complicaciones, debido a que no se requiere contenedores para su traslado.
En tanto, Terán afirmó que la mayor cantidad de contenedores se encuentra en el continente americano, pero estos no pueden llegar a Asia. Además, señaló que las navieras están priorizando el envío a las potencias mundiales.
En la actualidad, el 80 por ciento del comercio internacional se desplaza vía marítima. El volumen total de mercancías transportadas por esta vía en 1970 fue de 2.600 millones de toneladas; en 2019 superó los 11.000 millones.