Los resultados de la segunda vuelta en Chuquisaca fueron claros. Una significativa mayoría de la población le dijo no al MAS, expresándole que Chuquisaca nunca estuvo tan postergada y aislada como en el periodo 2006-2019, actualmente evidenciada en la ausente atención y concertación en salud, educación e infraestructura caminera, además de un frágil esquema vinculado al extractivismo, que ni siquiera generó el desarrollo de la agroindustria, alimentos, artesanía, manufactura, industria y turismo.
Se sumaron a ello las últimas declaraciones de Morales y Arce Catacora, referidas a no coordinar la vacunación y la inversión con los gobiernos subnacionales no oficialistas. Eventos de repercusión nacional, como el fraude electoral de 2019 o el indebido encarcelamiento de la expresidenta Áñez, se sintieron intensamente en Chuquisaca, donde la falta de respeto a la legalidad duele más que en otras regiones.
Sucre, con el 60% de la población electoral, fue el que mayor factura pasó al MAS al brindar el 69,5% de su apoyo a Damián Condori. A pesar de ello, la nueva gestión departamental tendrá problemas en la gobernabilidad ante la presencia azul en la Asamblea Departamental.
En este complicado contexto, Condori tiene el reto de asumir acciones inmediatas, para revertir el incremento de la pobreza; bajo nivel económico; débil producción; e insuficiente infraestructura, equipamiento y recursos en la salud y educación.
Deberá contar con un equipo selecto y generar espacios de articulación, concertación y concurrencia, con organizaciones sociales y económicas y con el apoyo de la cooperación.
Es importante restaurar la confianza de la población en el Gobierno departamental y la capacidad de este para brindar respuestas adecuadas que puedan revertir los enormes déficits del Estado; solo así, se podrán generar las bases del desarrollo departamental tan ansiado.
Hay muchas tareas por hacer en el departamento de Chuquisaca. El siguiente es apenas un resumen de algunas de las prioridades:
Vacunación a toda la población, para que recupere la confianza y reemprenda sus actividades económicas.
Concurrir con la Alcaldía de Sucre y las de ciudades intermedias, para generar empleo formal, estable y digno, a través del emprendedurismo y el fortalecimiento a empresas.
Reactivar la producción agropecuaria del departamento mejorando la producción primaria de alimentos, así como las condiciones que contribuyan a su disponibilidad y estabilidad.
Encarar la implementación del parque tecnológico en Sucre y agroindustriales en ciudades intermedias.
Concurrir con el Gobierno central para fortalecer el sistema sanitario en sus cuatro niveles, para reducir el riesgo de morbilidad y mejorar la salud de la población, especialmente de la más vulnerable.
Fortalecer el sistema educativo departamental, mejorando la tecnología educativa en todos sus niveles, capacitando y actualizando al profesorado.
Acelerar la inversión pública en caminos; la terminal de buses; y, las opciones de generación de energía.
Concertar con la Alcaldía de Sucre para la dotación de agua; y, promover el cierre técnico del botadero de Lechuguillas y la implementación de proyectos de reciclaje.
Chuquisaca inició un pacto el 11 de abril, esperanzada en un trabajo consecuente de la nueva gestión. El Gobierno nacional debe cooperar, desistiendo de su lógica de campaña permanente, que en este primer cuatrimestre se dedicó solamente a ser confrontador, ilegal, injusto e ineficiente. Su enemigo es la pobreza, no el boliviano que piensa y opina diferente.
Como sociedad civil, debemos organizarnos para proteger el voto, protegiendo la administración de la nueva gestión a cualquier intento desde la Asamblea Legislativa Departamental, como amenazó Morales en Santa Cruz.
* El autor es miembro de la Plataforma Ciudadana UNO.
