Lyon (Francia).- Sobre 1808 el dentista de Lyon Laurent Mourguet se inventó un títere llamado Guiñol para distraer del dolor a sus clientes. Dos siglos después, un museo se propone dar un nuevo soplo de vida al teatro de marionetas con la ayuda de este particular embajador local. El joven y sonriente obrero Guiñol, rebelde contra la autoridad y siempre con problemas financieros, está presente en cada parte del recientemente renovado Museo... + Leer noticia completa
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