elmundo.es/ Gema García Marcos No se trataba solo de lucir un cuerpo musculoso propio de una superheroína. Si no de correr, saltar, trepar y luchar. Por eso, para meterse en la piel de Tomb Raider, Alicia Vikander comenzó a trabajar con su entrenador personal, Magnus Lygdback, siete meses antes de empezar a rodar la película. El objetivo era transformar el esbelto y flexible cuerpo de bailarina de la actriz sueca en el de una todoterreno... + Leer noticia completa
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