Cuando Jane Goodall desembarcó en las orillas del lago Tanganica en 1960, tenía apenas 26 años, una libreta en mano y una curiosidad insaciable. Nadie podía anticipar que aquella joven inglesa, sin título universitario y con el apoyo de su madre, terminaría sacudiendo los cimientos de la primatología y modificando la manera en que la ciencia veía a los animales. El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.... + Leer noticia completa
Notibol es un agregador informático de noticias y no es responsable del contenido de los enlaces a los sitios externos que generan las noticias.
Acerca de Notibol | Contacto | Política de Privacidad | Descargo de Responsabilidad