En el corazón del Alto Valle del río Negro, el agua no siempre estuvo al alcance de la mano. La tierra era árida, y el sueño de convertirla en vergel parecía una quimera hasta que se fueron construyendo los canales de riego como el canal de La Lucinda —hoy conocido como canal secundario II—, una obra que marcó un antes y un después en la historia patagónica. El proyecto nació del impulso del coronel Manuel Fernández Oro, quien tras... + Leer noticia completa
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