El cuello me dolía mucho. Entonces , dejé de usar ropa apretada, cambié de silla, compré fajas ortopédicas, hice yoga, pilates, fui con quiroprácticos y médicos de todo tipo, pero el dolor seguía, un peso, una carga, una molestia que no me dejaba ni dormir y a veces, hasta me costaba respirar. Y ¿qué hiciste? Una sabia mujer me dijo que era porque cargaba demasiado desde hace mucho. ¿Cómo supo eso? Sólo con mirar mi columna tensa y... + Leer noticia completa
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