El último escándalo de corrupción que afecta a la Policía Boliviana tiene nombre y apellido, se llama Maximiliano Dávila, que, con su relación con el narcotráfico, ha terminado por hundirle en el lodazal de la ignominia. Que la Policía era corrupta era un secreto a voces pero lo es, también, el hecho de que esa corrupción es alentada por la propia ciudadanía. Lo más común, tanto en la micro como en la macrocorrupción, es el soborno... + Leer noticia completa
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