“Yojandra, hija mía, no puedo soportar tu partida, pasa el tiempo y te seguimos esperando en la casa. Dejaste un vacío que no se puede resignar así nomás. No claudicaré para saber qué te paso realmente. Si te hicieron algo malo, la justicia divina se hará cargo de dar castigo a los culpables de esta cobarde acción criminal”. Es un mensaje de su madre, recordando la fecha de cumpleaños de su hija. Era la adolescente de 17 años... + Leer noticia completa
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