En la renovada sinagoga de Manama, la capital de Baréin, Ebrahim Nonoo dirige en público los rezos de la pequeña comunidad judía de este país árabe que, durante décadas, tuvo que celebrar su fe en privado. La cincuentena de judíos que quedaban en Baréin practicaban sus plegarias en sus casas desde 1947, cuando la única sinagoga de este país del Golfo fue destruida en unos disturbios al principio del conflicto árabe-israelí. Pero con... + Leer noticia completa
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