Una bocanada de aire fresco en medio de la humareda, los conflictos y la pandemia. Con todo y barbijo obligatorio, la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz (FIL) permitió a la gente darse un respiro y, al sector librero, una oportunidad de demostrar que en tiempos duros se pueden lograr grandes hazañas. Adolfo Mier Rivas fue distinguido Y es que la versión 22 de la feria cruceña se convirtió en el gran desafío de la Cámara... + Leer noticia completa
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