Una dejó las extensiones, los tintes y las tijeras de pelo; la otra se alejó de los peluches, los cubos de juguete y los biberones; y la última cambió los utensilios de limpieza, las ollas de la cocina y los deberes de los hijos, todas para enfrentarse al peligro de la calle y convertirse en trabajadoras sexuales. La pandemia hizo que sus fuentes de trabajo cierren. Carla, que fue agredida por una cafisha que quiso cobrarle ‘derecho de... + Leer noticia completa
Notibol es un agregador informático de noticias y no es responsable del contenido de los enlaces a los sitios externos que generan las noticias.
Acerca de Notibol | Contacto | Política de Privacidad | Descargo de Responsabilidad