No pudo más con la culpa y rompió el “pacto de silencio”. “Perdón arquitecto. Ahora, déjame dormir”, dijo Brayan Q.B., primo del principal sospechoso del asesinato de Ariel Rodríguez Orellana, cuando dirigió a los investigadores hasta la zona donde estaban los restos calcinados del joven profesional que estaba siendo buscado durante casi cinco meses, el pasado 19 de marzo. El implicado soñaba con el arquitecto, quien le decía... + Leer noticia completa
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