Unos días más tarde, el negociador principal, el psiquiatra Nils Bejerot, le explicó al mundo por qué Kristin había actuado de esa manera. La causa de su conducta irracional, aseguró, era un síndrome psiquiátrico al que llamó Norrmalmstorg. Así nació el síndrome de Estocolmo, que adoptó el nombre de la ciudad, no de la plaza sueca. Cuando una persona normal es secuestrada por un delincuente que tiene el poder de matarla, en... + Leer noticia completa
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