Si hacemos cuentas fueron once meses de tregua carnavalera, octubre del 2020 nos volvió a atrapar la farándula, la guitarra y tal parece que no va a parar. Ser aguafiestas no es una opción, la fiesta cohetillo debe continuar. En carnaval todo vale, por tanto, entre globos, serpentinas, chicha y coca acullicada, va este bando carnavalero de encierro, donde nada es ficticio todo es real. Recuerdo a los lectores repetir la primera frase de cada... + Leer noticia completa
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