Justicia, justicia, gritaron la tarde del viernes familiares y amigos de una enfermera que supuestamente fue ahorcada por agentes en una celda policial del oeste de Honduras, aunque ellos alegan que se suicidó. En un ambiente tenso por la presencia de amenazantes cordones policiales y llevando banderas blancas, unos 200 familiares y amigos de Keyla Martínez, de 26 años, marcharon por las calles del centro de La Esperanza, unos 150 km al oeste... + Leer noticia completa
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