Por: Amalia Pando Era media noche cuando mi sobrino Moisés se puso muy mal, no podía respirar y el dolor de estómago lo tenía doblado. Su mamá lloraba a gritos al otro lado del auricular del teléfono pidiéndome que lo ayude. El COVID-19 se estaba llevando a su hijo. Abrí mi lista de contactos y encontré el nombre del doctor Pedro Luis Flores. Lo llamé y para mi sorpresa respondió. Esperaba que me dictara una receta o una... + Leer noticia completa
Notibol es un agregador informático de noticias y no es responsable del contenido de los enlaces a los sitios externos que generan las noticias.
Acerca de Notibol | Contacto | Política de Privacidad | Descargo de Responsabilidad