Un grupo de integrantes de la barra brava de Wilstermann, conocidos como los "Gurkas", irrumpió este lunes en la sede del club en Cochabamba, donde el primer plantel realizaba su entrenamiento, y agredió al arquero Arnaldo Giménez, además de intimidar a otros jugadores.
Los hinchas, visiblemente alterados, lanzaron amenazas —incluso de muerte— contra Giménez, a quien responsabilizan por el mal arranque del equipo en la Liga de la División Profesional, tras disputarse las primeras tres jornadas.
El entrenamiento estaba siendo dirigido por Cristian “Pochi” Chávez, quien recibió el encargo de liderar la práctica luego de que la dirigencia decidiera poner fin al ciclo del técnico Luciano Theiler. Este último, sin embargo, se encontraba presente en el lugar, ya que aún no se ha concretado la rescisión de su contrato.
La situación se tornó insostenible cuando los jugadores, al verse en peligro, se refugiaron en los vestuarios. Hasta allí llegaron los barrabravas, que pasaron de los insultos a las agresiones físicas, lanzando objetos dirigidos principalmente al portero paraguayo-boliviano, mientras sus compañeros intentaban contener el caos.
Tras varios minutos de tensión, los Gurkas se retiraron del predio, pero no sin antes continuar con sus amenazas e insultos frente a los periodistas presentes. “Si no se va por las buenas, se va por las malas”, fue una de las frases dirigidas a Giménez, dejando claro el clima de hostilidad.
Ningún dirigente del club estuvo presente durante el incidente, y la Policía tampoco acudió a tiempo. Recién después de los hechos se reportó la llegada tardía de algunos efectivos al lugar.
