Santa Cruz, 05 de mar 2025 (ATB Digital).- La Justicia dictó sentencia contra Iver Soruco Vera, un hombre de 19 años que fue hallado culpable del infanticidio de su hijastra de dos años, ocurrido en un inmueble de la zona de Valle Sánchez, en el municipio de Warnes, Santa Cruz, durante el pasado fin de semana.
Según informó el fiscal a cargo de la investigación, Luis Alba, el acusado admitió su responsabilidad en el hecho y decidió someterse a un proceso abreviado. “Al momento de instalarse la audiencia de medidas cautelares, el imputado Iver Soruco Vera, a través de su abogado, pidió someterse a un procedimiento abreviado. Él mismo decidió admitir su culpabilidad y, en consecuencia, aceptar una pena de 30 años de cárcel a purgarse en Cerprom (Montero)”, explicó Alba a medios cruceños.
De acuerdo con las investigaciones, el hecho ocurrió cuando el agresor reaccionó de manera violenta después de que la menor se ensuciara en sus pantalones. “La menor de edad se ensució en sus pantalones, la manguerea; es decir, la lava, y lo que él ha referido es que no quiso ocasionarle la muerte, sino que en un momento de rabia le pegó un empujón, lo que derivó en un golpe de la nuca contra el filo de un sillón, lo que después ya le provocó la muerte”, reveló el fiscal.
Tras notar la gravedad de la lesión, el acusado intentó reanimar a la niña utilizando un trapo con alcohol, pero al ver que no reaccionaba, decidió llevar a su otro hijo, un niño de cuatro años, hasta el mercado de La Ramada en busca de su pareja, dejando sola a la pequeña agonizando en el domicilio.
“Este agarra a su hermano mayor de cuatro años y lo lleva hasta el mercado de La Ramada, dejándola agonizando encerrada en el domicilio a la menor. Ya cuando vuelve con la madre, esta había ya fallecido”, detalló Alba.
Signos de violencia previa
Al percatarse de la situación, la madre y el padrastro trasladaron a la niña a un centro médico, pero pese a los esfuerzos de los profesionales de salud, la menor no reaccionó y se confirmó su fallecimiento. “La menor de edad presentaba mordisco, diferentes hematomas por todo el cuerpo, tenía un fuerte golpe en la barriga, en la cara, en diferentes partes, era policontusa”, informó el fiscal.
Tras la confirmación de la muerte y las evidencias de maltrato, las autoridades detuvieron a Soruco, quien fue presentado ante un juez cautelar. En la audiencia, se determinó su culpabilidad y se le impuso la pena máxima de 30 años de prisión en el Centro de Readaptación Productiva de Montero (Cerprom) por el delito de infanticidio.
Fuente: Correo del Sur