Las autoridades de Yacimientos del Litio Bolivianos (YLB) han insistido en que no existe una tasa de interés del 12% en el contrato firmado con el consorcio chino CBC. La gerente de Planificación Estratégica lo afirmó el 13 de febrero, durante la socialización en Potosí: “En ninguna parte del contrato está, no existe”. Sin embargo, acto seguido, aclaró que se trataba de una “simulación, una estimación basada en un informe financiero”.
La gerente de YLB intentó justificar la situación de la siguiente manera:
“Les voy a explicar en lenguaje fácil: para hacer una modelación financiera, para hacer cualquier simulación financiera, es importante poner variables de sensibilidad, es imperante poner la tasa de interés, ese 12% es del rango superior. Matemáticamente hablando, es una variable que se usa, para cualquier modelación financiera, es imperante poner factores de sensibilidad, no podemos poner variables matemáticas fijas, por favor entiendan”.
Lo cierto es que, en la primera versión del contrato remitida a la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia el 10 de diciembre de 2024, no se incluyó el anexo financiero. Este documento recién apareció después de que la Comisión de Economía Plural solicitara información complementaria el 23 de enero de 2025. Es decir, en un principio, la discusión sobre los aspectos financieros del proyecto se basó únicamente en los informes emitidos por el Ministerio de Hidrocarburos y por la propia YLB. Estos informes, firmados por ministros, viceministros y autoridades de YLB, establecen lo siguiente:
“El costo financiero considera una tasa de interés de 12%”. (Informe YLB PRE-GAF-0028-INF/24, e informe MHE VMEA-DGRE-URE-INF/2024-0092)

Curiosamente, ambos informes son prácticamente idénticos, con mínimas variaciones. En el informe de YLB, sin embargo, se agrega una nota al pie que indica que la tasa de interés del 12% está basada en costos de financiamiento de proyectos energéticos según el reporte “Cost of Capital Observatory” de la Agencia Internacional de Energía.
A pesar de esto, la gerente de YLB y otros funcionarios insisten en que dicho porcentaje no está en el contrato. Sin embargo, el 12% de interés si se encuentra en un informe que justifica el contrato, que está firmado por el ministro de hidrocarburos y el presidente de YLB, y que además será utilizado como referente al momento de debatir el contrato.
La situación se hace aún mucho más incierta y peligrosa cuando se revisa el anexo financiero. En su punto 4.2.2.3, sobre el costo financiero, indica que la tasa de interés se definirá en función de “la tasa de interés promedio de préstamos para proyectos no asegurados, no garantizados y sin recurso en Bolivia”. Esta tasa “se calculará como el promedio aritmético de las cotizaciones de tasas de interés de tres bancos internacionales para dicho proyecto”. El anexo financiero afirma que los intereses estarán denominados en dólares estadounidenses.
Esto hace aun mas grave el panorama. No solo estamos hablando del 12% planteado en los informes de YLB y el Ministerio de Hidrocarburos, sino que podría ser una tasa de interés mucho mayor.
El anexo financiero plantea un modelo riesgoso para Bolivia. La tasa de interés dependerá de bancos privados internacionales que considerarán diferentes factores, como el riesgo país y el riesgo del proyecto en sí mismo. Cuando YLB menciona el 12% y cita a la Agencia Internacional de Energía, es importante aclarar que dicho informe incluye países como Brasil, donde las condiciones financieras son distintas. La tasa de interés real aplicable a Bolivia no se basa en promedios regionales.
En conclusión, las autoridades de YLB pueden insistir en que el 12% no está en el contrato, pero a la luz del anexo financiero le podemos preguntar a los funcionarios públicos ¿Ya cuentan con cotizaciones de tasas de interés de bancos internacionales? ¿A cuanto ascienden las tasas de interés para este tipo de proyecto y según nuestro riesgo país? ¿Tenemos las garantías suficientes para no terminar aceptando una inversión con una tasa de interés extremadamente alta?
Es imperativo que el gobierno esclarezca estos puntos antes de comprometer el futuro del litio boliviano en un acuerdo que podría resultar extremadamente costoso para el país.

