Las recientes lluvias han causado una serie de desastres en diversas regiones del país, dejando un rastro de destrucción que incluye inundaciones, deslizamientos y el colapso de infraestructuras. Más de 50,000 familias se encuentran afectadas, y el número de víctimas ha ascendido a 18 tras el hallazgo de dos hermanas que fueron arrastradas por un río en Cochabamba.
Desde diferentes localidades se han reportado situaciones de emergencia, en particular por el desbordamiento de ríos. En Taipiplaya, municipio de Caranavi, al menos diez familias han perdido sus hogares debido a la fuerza del río Jatunkollo. En Camiri, el río Parapetí ha obligado a evacuar a una familia de siete miembros.
El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, ha señalado que las lluvias han impactado a ocho departamentos, y Oruro podría verse también en riesgo, ya que 34 de sus municipios presentan altas probabilidades de inundaciones. Hasta ahora, 11 municipios han declarado estado de desastre y 53 han reportado daños. En total, 661 comunidades han sufrido inundaciones, afectando a 34,035 familias, de las cuales 16,136 están consideradas damnificadas.
El recuento de víctimas ha aumentado a 18, incluyendo a las hermanas Jennifer y Melani Vargas Mamani, de 22 y 16 años, quienes perdieron la vida tras ser arrastradas por el río Tuscapujio en Sacaba. Calvimontes ha advertido que la situación podría empeorar, ya que los ríos continúan creciendo y cualquier nueva lluvia podría provocar más desbordes.
Las autoridades están concentrando esfuerzos en las áreas más críticas. En La Paz, se están brindando ayudas a los afectados en Taipiplaya, donde el nivel del río ha subido considerablemente, causando daños en las viviendas y en las calles. Los residentes han solicitado maquinaria pesada para limpiar escombros y reforzar las riberas.
En Santa Cruz, el municipio de Quirusillas ha reportado daños significativos en cultivos debido al desbordamiento del río homónimo. El alcalde local ha indicado que las lluvias recientes han anegado alrededor de 70 hectáreas de tierras agrícolas, lo que genera preocupación por las pérdidas en producción, especialmente en una temporada que apenas comienza.
Las autoridades también están atentas a la situación en Cochabamba, donde se busca proteger la producción agrícola, especialmente de cultivos como el plátano, que son vitales para el mercado. Asimismo, se mantiene vigilancia sobre el río Acre en Cobija.
En Chuquisaca, las inundaciones han dejado a varias comunidades aisladas y han interrumpido rutas clave, como la que conecta Sucre con Monteagudo, donde vehículos han quedado varados. La Administradora Boliviana de Carreteras está trabajando para restablecer la transitabilidad, mientras que las empresas de transporte han suspendido temporalmente sus servicios hacia la capital.
Hasta el momento, se han registrado nueve municipios afectados por inundaciones, con un total de 660 familias damnificadas. En Monteagudo, las lluvias han causado daños en viviendas y una escuela, y se han reportado dos muertes relacionadas con las condiciones climáticas.
Con el pronóstico de más lluvias, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología ha emitido una alerta naranja que abarca siete departamentos, advirtiendo sobre la posibilidad de tormentas eléctricas. Esta alerta afecta a 320 municipios, lo que indica que el país se encuentra en un periodo crítico y vulnerable ante las inclemencias del tiempo