El Congreso Plurinacional de Educación se ha inaugurado en Tarija con el propósito de revisar y redefinir los lineamientos de la política educativa en Bolivia, tras 14 años de la implementación de la Ley 070, conocida como Ley Avelino Siñani y Elizardo Pérez. Este evento, que se extenderá hasta el viernes, reúne a 680 delegados de 60 organizaciones, tanto del sector público como privado, y ha sido una demanda constante del magisterio rural y urbano en años recientes.
El contexto educativo del país es motivo de preocupación, como lo ha señalado el ministro de Educación, Omar Veliz Ramos. Bolivia se encuentra en una posición desfavorable en los índices de calidad educativa a nivel regional, lo que resalta la necesidad de una reflexión profunda y la adopción de medidas inmediatas para mejorar la enseñanza en todos los niveles. Veliz enfatizó que el congreso debe ser un espacio propicio para la formulación de estrategias que propicien un avance significativo en el sistema educativo.
Luis Arce, presidente del país, durante su discurso inaugural, destacó que la revisión de la Ley 070 no es el único objetivo del congreso. También es crucial adaptar la educación a los constantes cambios del mundo, especialmente en relación con la tecnología y la ciencia. Subrayó la importancia de formar especialistas en lugar de generalistas, enfatizando que el desarrollo industrial requiere de profesionales con conocimientos específicos.
Además, el presidente abordó el impacto de las redes sociales en la educación, subrayando la necesidad de desarrollar en los estudiantes la capacidad de discernir la calidad de la información que consumen. Arce propuso discutir el perfil del bachiller que se desea formar, enfatizando la importancia de una educación técnico-científica robusta y un compromiso social que permita a los estudiantes entender y transformar su entorno.
Otro punto crucial que se planteó fue la mejora en la formación docente. Arce señaló que muchos graduados llegan a las universidades con deficiencias significativas, lo que requiere una revisión de los estándares de formación. Hizo un llamado a los educadores a comprometerse con la calidad educativa, advirtiendo que sin este compromiso será complicado avanzar en los objetivos planteados en el congreso.
El presidente también sugirió que se debería reconsiderar el sistema de promoción automática de los estudiantes, argumentando que una mayor exigencia desde los primeros años podría resultar en un rendimiento académico superior. Afirmó que la experiencia ha demostrado que un enfoque más riguroso en la educación produce mejores resultados.
Finalmente, Gustavo Arce, secretario de Educación de la Central Obrera Boliviana, abogó por que las conclusiones del congreso se traduzcan en políticas de Estado duraderas. Propuso que los cambios estructurales que se discutan se implementen a partir de 2025, con el objetivo de transformar la calidad educativa en el país. Arce enfatizó que la educación debe ser científica y transformadora, alejándose de enfoques que no demuestren su aplicabilidad práctica en la vida de los estudiantes