Luego de arder durante meses, ahora viene el pedido de ayuda a los países amigos.

Sin sonrojarse siquiera, pasan los datos que confirman la inoperancia del gobierno, frente a una desgracia recurrente.

Una vez que se declaró desastre nacional por los incendios, el Gobierno se reunió con representantes del cuerpo diplomático para explicar la magnitud de la situación. Hasta el 22 de septiembre de esta gestión, el fuego que azota al oriente boliviano afectó a casi 7 millones de hectáreas.

“Se estima una superficie total de quemas e incendios forestales de 6,9 millones de hectáreas en todo el territorio: 4,6 (millones) dentro de bosque y 2,3 (millones) en pastizales”, informó Grover Monasterios, técnico del Sistema Integrado de Información y Alerta para la Gestión del Riesgo de Desastres.

Los datos, según Monasterios, se procesaron a través de la observación satelital y la revisión constante del Ministerio de Medio Ambiente y Agua.

El departamento más afectado, explicó, es Santa Cruz, particularmente en la región de la Chiquitanía y la frontera con Brasil.

En el evento participaron la mayoría de embajadores acreditados en el país. El objetivo era darles a conocer la situación que atraviesa el país.

Pese a que Bolivia se encontraba en emergencia nacional desde el 9 de septiembre, este lunes el presidente Luis Arce declaró desastre nacional.

Cooperación

El mandatario se dirigió a los presentes para recordarles la importancia de continuar trabajando de manera conjunta para sofocar los incendios.

“La situación que estamos atravesando en el país amerita una mayor cooperación y esfuerzo por cada uno de nosotros, porque este tipo de fenómenos ya no solamente corresponde a la lucha de un solo país”, afirmó.

Al concluir la reunión, los embajadores de los diferentes países, en su mayoría, mostraron la voluntad de continuar gestionando ayuda internacional para controlar los incendios.

A la fecha Bolivia recibió, ya sea en donaciones, equipos o bomberos, el apoyo de China, Francia, Suiza, Canadá, España, Chile, Perú, Brasil y Venezuela.

Redacción Ver.bo

Fuente: LR