
Este jueves, el Ministerio de Defensa de Bolivia realizó su segundo bombardeo de nubes con el objetivo de incentivar las lluvias, que ayuden a aplacar los incendios que asolan la región de la Chiquitania. La operación se llevó a cabo en varios municipios, como Concepción, San Julián y San Ramón.
El ministro de Defensa, Edmundo Novillo, junto al comandante de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), dirigieron la misión a bordo de un avión Hércules C-130. Durante la operación, se dispararon 337 cartuchos de yoduro de plata en 56 ocasiones, lo que permitió estimular 58 nubes.
"El bombardeo busca provocar lluvias urgentes para controlar los incendios en estas zonas", explicó Novillo.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) confirmó la formación de nubes adecuadas para la intervención, y la FAB, en coordinación con el Centro de Monitoreo Meteorológico, llevó a cabo los disparos.
“Entramos al centro de la nube para realizar los disparos y así generar las lluvias necesarias”, añadió el ministro. A pesar de los esfuerzos, Novillo aclaró que el bombardeo no garantiza con exactitud el lugar donde caerán las precipitaciones.
"La estimulación puede generar lluvias en una o dos horas, pero las condiciones atmosféricas y los vientos determinan dónde y cuándo ocurrirán", dijo.
Hasta el momento, se reportaron lluvias esporádicas al norte de Monte Verde, Concepción y en parte de San Julián, aunque se espera un informe más detallado en las próximas horas.
Además del bombardeo de nubes, dos aviones Hércules y un Electra Tanker descargaron más de 20.000 litros de agua sobre las áreas afectadas, en particular en Monte Verde, donde el fuego ya ha obligado a la evacuación de al menos 58 personas.
Este jueves ingresó un frente frío y hay pronósticos de lluvia en algunas zonas del departamento de Santa Cruz.