
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respaldó el derecho de Ucrania a defenderse, justificando la incursión en la región rusa de Kursk como una medida legítima bajo el derecho internacional. Mientras tanto, Rusia ha denunciado ataques ucranianos en Belgorod y, en paralelo, aseguró que ha avanzado en la región ucraniana de Donetsk. Mientras tanto, persisten los bombardeos en la ciudad ucraniana de Járkiv.
"Ucrania tiene derecho a defenderse y, según el derecho internacional, este derecho no se detiene en la frontera", declaró el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, al periódico alemán ‘Die Welt’. Esas fueron sus primeras palabras sobre incursión ucraniana en la región rusa de Kursk, unas en las que defendió la legitimidad de las acciones de Kiev.
Según Stoltenberg, estas se enmarcan en el
derecho a la legítima defensa por parte de Ucrania. “Los soldados, tanques y
bases militares rusos son objetivos legítimos según el derecho internacional”,
argumentó el líder de la Alianza Atlántica.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski,
ha dejado claro que la operación tiene como objetivo crear una zona de
amortiguación para evitar nuevos ataques rusos desde el otro lado de la
frontera, agregó Stoltenberg.
También aclaró que la OTAN no había sido
informada de los planes de Kiev y que ellos no habían movido las cartas en esa
ofensiva sorpresa. Sin embargo, la incursión fue discutida en una reunión del
Consejo OTAN-Ucrania —un mecanismo que se formó para aunar esfuerzos entre ese
país y la alianza transoceánica para hacerle frente a la invasión rusa— el
pasado miércoles. Kiev convocó el encuentro luego de una intensa ola de ataques
aéreos por parte de Moscú.
Stoltenberg también reiteró el compromiso de
la organización con Ucrania: seguirá enviando armas y equipos que —tal como
catalogó — son “vitales” para que ese país se pueda defender de la invasión
rusa que ya cumplió 900 días.
La incursión de Ucrania en Kursk comenzó el pasado 6 de agosto. Una operación que ha sido catalogada de “sorpresa” y que abrió un nuevo frente de batalla en la guerra entre ambos países. Todo esto, mientras que Rusia se abría espacio en el este del territorio ucraniano.
Belgorod, otro punto de tensión
Más al sur, en la ciudad rusa de Belgorod también se sienten los efectos de la guerra. Según confirmó el gobernador local, Vyacheslav Gladkov, cinco personas murieron y al menos 46 resultaron heridas por un ataque ucraniano.
El último de una serie de ataques de Ucrania
contra ese punto, que ha sido atacado constantemente en los meses recientes,
hirió a al menos siete niños, que fueron trasladados a hospitales de esta
ciudad, según etalló Gladkov.
Rusia reiteró su condena a este tipo de
ataques y amenazó con que no detendrá la que califica como “operación militar
especial” en Ucrania hasta cumplir con sus objetivos —entre los que está lo que
considera la "desmilitarización y desnazificación" de ese país—.
"Una vez más, hacemos un llamamiento a
todos los gobiernos responsables y a las estructuras internacionales pertinentes
para que condenen enérgicamente este brutal ataque terrorista y se distancien
públicamente del régimen de Kiev", afirmó el ministerio de Asuntos
Exteriores ruso.
Por otro lado, las autoridades locales rusas dieron a conocer que una mujer resultó herida el sábado durante un bombardeo ucraniano de la ciudad fronteriza de Shebekino, en la misma región.
Rusia gana terreno en el este de Ucrania
El panorama al lado ucraniano de la frontera también ha sido movido en las últimas horas. El ministerio de Defensa de Rusia informó que tomó el control del Kirove —que se conoce en Ucrania como Verezamske— en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
Rusia ha logrado avances progresivos en
Donetsk, una de las regiones ucranianas anexionadas por parte de Moscú—un
proceso considerado como ilegal por la ONU y los aliados occidentales de Kiev—.
Este avance justamente se enmarca en medio de
la incursión de Kiev en Kursk. Moscú ha intentado restarle importancia a esta
ofensiva ucraniana y ha afirmado que con esta no lograrán truncar los esfuerzos
rusos en el este de Ucrania.
También en la región de Donetsk al menos cinco personas murieron por los bombardeos rusos contra la ciudad de Chasiv Yar, cerca a Kramatorsk. La información la dio a conocer este sábado el gobernador regional Vadym Filaskhin, que detalló que las víctimas eran hombres de entre 24 y 38 años. Además, insistió en los pedidos de evacuación de esta ciudad.
“Hace más de dos años que no es posible llevar una vida normal en Chasiv Yar”, escribió Filaskhin en las redes sociales. “No se conviertan en un objetivo ruso: evacúen”.
Tal como muestra la agencia de noticias AP, el Ejército ruso se está acercando a Pokrovsk, un centro logístico crítico para la defensa ucraniana en la zona.
Járkiv no esquiva ataques rusos
Entretanto, Oleh Synehubo, el gobernador de Járkiv, más al norte de Ucrania, informó que una bomba rusa mató este sábado a dos personas e hirió a otras 10, incluidos niños.
"Dos mujeres murieron", afirmó
Synehubo. "Una fue rescatada de los escombros, la otra murió en una
ambulancia". También señaló que dos niños salieron heridos.
Járkiv ha sido una de las regiones más afectadas por los bombardeos rusos. Tan solo el viernes, otro ataque mató a siete personas.