La asonada del 26 de junio de 2024 trajo consigo posiciones encontradas, entre la oposición (la nueva y la antigua oposición) contra el Ejecutivo, los primeros indicando que se trataba de un autogolpe, un show, mientras que el Ejecutivo dijo que fue un golpe de Estado fallido.
En este sentido, es bueno aclarar lo siguiente:
Si la finalidad de un autogolpe fuera el elevar la popularidad del presidente de la república, ¿por qué abortarla?, lo más lógico era que el presidente Arce encuentre un pretexto para abandonar la Casa Grande del Pueblo y no enfrentarse a los tanques, ya que, a minutos de producirse el golpe de Estado, un expresidente instruía paro general y bloqueo de caminos, la primera autoridad de El Alto instruyó el bloqueo para evitar el tránsito de los tanques, vale decir ya se estaba estableciendo un bloque contra el golpe.
Los militares podían tomar el poder (durante unas semanas) para que después, por la presión interna y externa, el presidente vuelva como un héroe; sin embargo, tendríamos que analizar qué ganaban los militares cabecillas. Para gozar de cualquiera prebenda o premio, necesariamente tendría que pasar por quedar libre y no ir preso, y eso necesariamente pasa por tener una ruta de escape al exterior o mantenerse en la “clandestinidad” al interior del país.
Pero ¿cuál sería el premio a los militares?, teniendo en cuenta, por ejemplo, que el principal cabecilla estaba a meses de jubilarse con el 100% de sueldo, esto quiere decir por lo menos Bs 20 mil mensuales, el pago o prebenda que recibirá este general tendría que ser de millones de dólares para arriesgar su futuro financiero, de gozar de una ‘buena jubilación’, pero por más que le dieran millones de dólares, el problema es estar libre para gozar de esos millones, todos estos aspectos desechan la posibilidad de que se haya tratado de un autogolpe.
Cuando se indagan las acciones de este general, se tiene que él mismo realizaba entrega de pequeñas obras en comunidades, sobre todo del altiplano nacional, era padrino de bachilleres de varias escuelas, vale decir realizaba una campaña para engrandecer su figura como un ‘general del pueblo’, como él mismo se autocalifica.
Lamentablemente, en la mayoría de los seres humanos se presenta, como algo negativo, la vanidad, el decir “yo fui gerente”, “yo fui el primero en…”, y en nuestro ejemplo sería “yo fui el general del pueblo que salvó la democracia”. No olvidemos también que una vez en el poder se podía renegociar los contratos de nuestras materias primas y ahí no tenemos que pasar por alto lo que le dijo el Gral. Zúñiga al comandante de la Policía: “Tenemos el respaldo internacional de EEUU y la Unión Europea”.
No olvidemos que la mayoría de nuestros uniformados continúan con la doctrina de la seguridad nacional, teniendo como “enemigos de la patria” a todo socialista o comunista, y cuando una entidad y/o persona “beneficia” a estas potencias mencionadas, en su lucha contra el comunismo o socialismo, no solo obtienen premios materiales sino también protección. No olvidemos cómo en la lucha contra el fascismo hitleriano, muchos de los ‘colaboradores’ terminaron viviendo tranquilamente en Estados Unidos o en países amigos de estos.
La democracia es un patrimonio del pueblo boliviano y toda persona o entidad que la ponga en riesgo debe ser severamente castigada con todo el rigor de las leyes.