En noviembre, en Reino Unido las amapolas rojas adornan las solapas de quienes recuerdan con este símbolo de respeto a los caídos en la guerra en el Día del Armisticio, cuando se conmemora el final de la primera guerra mundial el 11 de noviembre de 1918. Este sábado, sin embargo, a las amapolas se sumaron las kufiyas de las alrededor de trescientas mil personas, según datos de las autoridades, que participaron en una enorme marcha en Londres pidiendo el alto el fuego en Gaza, una de las protestas más grandes celebradas hasta la fecha en el país, mientras en el Cenotafio cientos de participantes guardaban el tradicional minuto de silencio.
Fue precisamente en las cercanías de este monumento donde efectivos de la policía fueron atacados por manifestantes de extrema derecha, según informaron fuentes de la Policía en un comunicado en el que explicaron que «si bien los dos minutos de silencio se guardaron respetuosamente y sin incidentes en Whitehall, los agentes se han enfrentado a agresiones por parte de contra manifestantes que se encuentran en la zona en cantidades significativas». Algunos vídeos muestran a los atacantes empujando a los agentes al grito de «ya no sois ingleses», entre otras consignas.
La atmósfera estaba tensa, e incluso la Policía metropolitana de Londres había advertido que controlar la situación podría suponer un desafío. Por ello desplegaron en la capital británica a cientos de efectivos destinados a garantizar que la manifestación se llevara a cabo con seguridad, lo que obligó al arresto de al menos 82 partidarios de la extrema derecha para evitar, según informaron las fuentes de Scotland Yard, una «alteración del orden público». Aún así, se produjeron choques con las autoridades.
El alcalde de Londres, Sadiq Khan, opinó que las protestas de estos radicales son el «resultado directo de las palabras de la ministra del Interior», Suella Braverman, que en un artículo publicado en el diario ‘The Times’ el fin de semana pasado, acusó a la policía de Londres de «tener favoritos» y de no tratar a las «turbas propalestinas» de la misma manera que a los manifestantes nacionalistas y de derechas, unas palabras que provocaron fuertes críticas, incluso dentro de las propias filas del Partido Conservador y hasta la oficina del primer ministro Rishi Sunak se desmarcó de sus palabras.
«El trabajo de la policía se ha vuelto mucho más difícil. La Met tiene todo mi apoyo para tomar medidas contra cualquiera que sea encontrado difundiendo odio e infringiendo la ley», dijo el alcalde de la capital, Sadiq Khan, unas palabras que también secundó el ministro principal de Escocia, Humza Yousaf, que escribió en X, anteriormente Twitter, que «las escenas de desorden que presenciamos por parte de la extrema derecha en el Cenotafio son un resultado directo de las palabras de la ministra del Interior» y añadió que «Suella Braverman ha animado a los manifestantes de extrema derecha a atacar a la Policía».
Al menos otras diez personas fueron detenidas por posesión de drogas y armas. También la policía dijo estar buscando a dos manifestantes, cuyas fotografías fueron difundidas en las redes sociales, por usar diademas de Hamás, considerada una organización terrorista en el Reino Unido. Mientras tanto, los manifestantes de la marcha pacífica portaron banderas palestinas y carteles con lemas como «Alto el fuego ahora», «dejen de matar a civiles inocentes» o «Rishi Sunak, vergüenza».
Redacción Ver.bo
Fuente: ABC