De acuerdo a las autoridades, en el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (INLASA) de la ciudad de La Paz se realiza el estudio científico para detectar esta nueva variante del coronavirus.
Fuente: El Deber
El coronavirus y sus diferentes variantes pone en aprietos el mundo entero. Esta vez la preocupación del planeta es por la variante Ómicron, una nueva cepa que en principio se detectó en países de África para después proliferarse en otros continentes hasta llegar a Sudamérica.
En Bolivia aún no se tiene la confirmación de ningún caso positivo de esta nueva cepa; sin embargo, las autoridades afirman que el Instituto Nacional de Laboratorios de Salud (Inlasa) tiene la capacidad para detectar este nuevo virus.
María Renee Castro, viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, afirmó a EL DEBER que el país está preparado para detectar y combatir esta nueva cepa, mediante el equipo científico del Inlasa.
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“En el Inlasa se detecta todo tipo de variantes, incluida la Ómicron, que está preocupando al mundo”, afirmó Castro la noche de este jueves. La autoridad indicó que se tiene un protocolo para proceder a la detección de esta nueva cepa en cuanto se tenga al primer sospechoso.
Con respecto a las cantidades de pruebas PCR o antígeno nasal que se pueden utilizar en esta cuarta ola, que aún no ha llegado al pico más alto de contagios, Castro manifestó que la población no se debe preocupar porque tanto el sistema público y de la seguridad social, cuentan con miles de pruebas para disponer.
Sobre este tema, Alma Morales, representante de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Bolivia destacó que el país está preparado para detectar la presencia de la variante Ómicron porque cuenta con un moderno equipo de secuenciación genómica en Inlasa.
Morales remarcó que hasta el momento no se sabe con exactitud, cuál es la manera en que se comportará la variante, es decir, sí tendrá mayor transmisión o generará formas más graves de la enfermedad, por lo que insistió que es importante no alarmar a la población con efectos de una mutación del virus que aún se desconoce y la reacción que genera.
De acuerdo al sitio oficial de la OMS, el 26 de noviembre de 2021 y siguiendo el consejo del Grupo Consultivo Técnico sobre la Evolución del Virus SARS-CoV-2- en inglés, clasificó la variante B.1.1.529 de este virus como variante preocupante. Además, decidió denominarla con la letra griega Ómicron.
La decisión de considerar preocupante esta variante se basó en la evidencia presentada al Grupo Consultivo Técnico, que indica que presenta varias mutaciones que podrían afectar a las características del virus, por ejemplo, la facilidad para propagarse o la gravedad de los síntomas que causa.