El vocero presidencial, Jorge Richter, identificó los problemas que se dan en el país en donde las pugnas internas repercuten en las gestiones públicas de salud
Intereses políticos y corporativos son problemas que repercuten en la forma de administrar la emergencia por el coronavirus que vive el país, así lo identificó el vocero presidencial, Jorge Richter, que considera que no es momento para realizar paros y que debe haber un equilibrio entre la salud y la economía.
Indicó que desde el Gobierno central deben lidiar con sugerencias de lo que se debe hacer como las «formas disimuladas de llevarnos a una cuarentena rígida», algo que hasta ahora no se ha dado, porque también de forma paralela se va cuidando la economía del país.
«La gente puede tener salud pero no economía, ese un problema, y si no tiene salud pero sí economía, también es un problema; debemos saber llevar los dos elementos cuidadosamente», apuntó.
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En el caso específico de Santa Cruz -que atraviesa este miércoles su segundo día de paro médico, sector que pide más restricciones- el vocero ve una disputa entre el poder municipal y departamental y «entre ellos una competencia por quien puede mostrarse, hacia afuera, más eficiente».
«(Esto) es un enorme problema porque hay candidatos que están vinculados a la Gobernación y al municipio y que van realizando promesas de orden electoral como esto de que comprarán vacunas, que no va a ocurrir, nosotros estamos hace meses trabajando en este tema», dijo en entrevista con UNITEL.
También observa que hay «intereses corporativos de el gremio y de los colegios médicos» por lo que no está de acuerdo con la realización de un paro que solo afectará a la población.
«Se tiene que dialogar (…) antes que establecer una lógica de restricción plena lo que se tiene que hacer es una secuencia de mayor identificación de casos; el trabajo de la gobernación y la alcaldía debe ser mucho más eficiente. Hay que diagnosticar a una mayor cantidad de gente»; puntualizó.