La comunidad de Lules sigue conmocionada por la trágica muerte de Kiara Jazmín Caro, la niña de 7 años cuyo cuerpo fue hallado el domingo en las márgenes del río Lules. Su madre, Daniela Ávila, denunció su desaparición en la madrugada, pero quedó detenida junto a su pareja, Matías Sebastián Paz, luego de que su relato presentara inconsistencias. Testigos aseguran que la mujer se encontraba en estado de ebriedad desde antes de asistir al corso, donde fue vista por última vez con su hija.
Versión de los vecinos
Vecinos de la zona donde se encontró a la menor han expresado su temor a revelar sus identidades debido a los antecedentes conflictivos de la familia materna. Según relataron, el hermano de Ávila cumple una condena en la cárcel por abuso de menores, el padre biológico de Kiara se encuentra detenido en la cárcel de Villa Urquiza y su madre podría tener antecedentes policiales. Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza y precaución entre los habitantes de la comunidad, quienes prefieren mantenerse al margen por temor a represalias.
Por esta razón, cuando efectivos policiales tomaron declaración a los testigos, lo hicieron mediante grabaciones de audio en el mismo lugar de los hechos, evitando comprometer la identidad de quienes aportaron información clave. “Ya estaba borracha en el partido, antes de llegar al corso”, afirmó un vecino, asegurando que la madre de Kiara había estado consumiendo alcohol horas antes de la desaparición de la niña.
El domingo por la mañana, alrededor de las 9, familiares de la menor comenzaron a alertar a los vecinos sobre su desaparición. Según el testimonio de una mujer, una supuesta tía de Kiara mencionó que la niña podría haber intentado cruzar el río por su cuenta, lo que generó una inmediata preocupación entre los presentes. “El río estaba crecido, no iba a cruzar por ahí la nena”, afirmó una vecina con evidente incredulidad.
Minutos después, la búsqueda tomó un giro inesperado cuando dos niños, de 8 y 10 años, que se encontraban en la zona vieron algo flotando en el agua. “Mirá mamá, allá hay algo”, le dijeron a su madre, quien junto a otros vecinos se acercó para verificar de qué se trataba. Fue entonces cuando descubrieron que era el cuerpo de la niña. De acuerdo con los testimonios, el cadáver de Kiara no estaba semienterrado ni oculto entre los pastizales, sino a la vista, flotando en el río.
La supuesta “tía” de la niña, ingresó al río, la tomó en brazos y la llevó hasta la orilla. Allí intentó reanimarla mediante maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP), aunque de manera rudimentaria y sin conocimientos adecuados. “Le pegó dos piñas en el pecho”, describió una vecina que observó la escena. Al notar que la menor no reaccionaba, la mujer pidió una sábana para cubrir el cuerpo, preocupada por la presencia de otros niños en el lugar.
Los vecinos insisten en que fueron ellos quienes encontraron a la niña y no la Policía, como se informó en un primer momento. “La Policía no la encontró primero, fuimos los vecinos”, manifestaron. Una vez que los efectivos llegaron al sitio, trasladaron el cuerpo hasta la orilla y comenzaron con las pericias correspondientes. Posteriormente, lo cubrieron con una segunda sábana para preservar la escena.
La investigación
La investigación del caso está al mando de la Fiscalía de Homicidios I, que dirige Pedro Gallo, quienes se dedicaron durante las últimas horas a entrevistar a los testigos para intentar reconstruir lo que pasó. Según informaron fuentes judiciales, el informe preliminar de la autopsia ya estaría listo y en una audiencia que se realizará hoy, el titular de la UFI expondrá su teoría del caso y formulará cargos contra la madre y el padrastro de la menor.
Mientras tanto, Daniela Ávila y su pareja permanecen detenidos y podrían enfrentar cargos graves si se comprueba su responsabilidad en el fallecimiento de la niña. La situación legal de ambos se definirá en los próximos días, a medida que avancen las pericias y la recolección de pruebas.
El caso ha generado una fuerte conmoción en la comunidad, donde muchos exigen justicia y respuestas rápidas por parte de las autoridades. La tragedia ha reavivado el debate sobre la protección de la infancia y la responsabilidad del entorno familiar en casos de negligencia y violencia. En este contexto, la sociedad se mantiene expectante ante los próximos avances judiciales y las posibles imputaciones que podrían recaer sobre los detenidos. (Producción Periodística: Fiorella Lombardo Ríos)